Ron Finley creció en South Central Los Ángeles, en donde el fast food es abundante, mientras que la comida fresca es difícil de encontrar. De hecho Ron llama a esta zona de los Ángeles a food desert, en español desierto de comida. Suena aterrador y al verlo lo es aún más. Ron sabe lo que significa tener que manejar 45 minutos para poder comparar vegetales frescos. Ron es diseñador de modas y coleccionista de posters de un género de cine llamado Blaxploitation, género que surgió en los 70´s en los Estados Unidos y se consideró realmente un subgénero étnico dirigido a la audiencia de color.
A pesar de que Ron nunca tuvo una relación directa con temas como salud, alimentación saludable, comida orgánica, sustentabilidad, se dio cuenta que no podía continuar siendo testigo de la altísima tasa de mortalidad de los niños en esta parte de la ciudad, debido a enfermedades curables, como la diabetes tipo 2. Esto debido principalmente a dos factores: la poca oferta de comida fresca y saludable, y la falta de educación sobre ello.
Inspirado por la alarmante situación, en el 2010 decidió convertir pequeñas áreas verdes, como banquetas, en jardines comunitarios donde se pudieran plantar vegetales y flores para luego ser consumidas por él y por sus vecinos. Su idea fue excepcionalmente creativa, económica y simple. A pesar de que plantar en banquetas, las cuales son propiedad del Estado de Los Ángeles, es ilegal, Ron no paro. Comenzó a juntar firmas y a relacionarse con activistas para demandar su derecho a cosechar en áreas públicas. Su petición tuvo éxito.
Después de varios meses, Ron fue testigo no sólo cosechar de una manera sustentable alimentos orgánicos saludables para la comunidad, sino también se dio cuenta que esta iniciativa se convirtió en una herramienta de educación y por ende de transformación para su comunidad. Problemas sociales como delincuencia o drogadicción pueden disminuir al involucrar a los niños y jóvenes en hacerse responsables de cosechar su propia comida, proporcionándoles una sensación de autonomía, los hace sentir útiles y que pertenecen a un grupo. Por otro lado, los adultos mayores pueden involucrarse también de diferentes maneras e intercambiar con otras generaciones experiencias y conocimientos.
Hoy en día el objetivo de Ron es transformar desiertos de comida en bosques. Es un hecho que la cotidianidad urbana nos está haciendo olvidar la importancia de nuestra comunidad y de lo que somos capaces a hacer por nosotros mismos. Los jardines comunitarios son una acción clara para lograr una vida más sustentable y concientizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de ello. Y como dijo Ron Finley, “Si los niños cosechan tomates, los niños comerán tomates”.
Fuente: Lamudi México