Tres estrategias para un emprendedor social

Luego de la crisis económica de los últimos años, los gobiernos han enfrentado mayores dificultades para el financiamiento de sus obligaciones y como resultado los ciudadanos han asumido la responsabilidad de buscar medios alternativos para abordar las necesidades sociales básicas.

El liderazgo de esta tendencia es parte de una nueva raza de emprendedores sociales.

Los emprendedores sociales tienen cinco puntos en común:

– Tienen como meta generar valor social.
– Son capaces de percibir las necesidades sociales.
– Responden con ideas innovadoras.
– Exhiben una aversión al riesgo por debajo de la media.
– Tienen recursos limitados para lograr su misión.

Una diferencia clave entre los emprendedores sociales y los tradicionales es la manera en que enfocan la innovación.

Las empresas sociales innovan en áreas de importancia social y aspiran a construir un profundo cambio social. En vez de intentar mitigar las consecuencias de un problema, atacan la causa de origen.

Para tener éxito, los emprendedores sociales requieren el empleo de tres estrategias:

Desarrollar un modelo organizacional

Los emprendedores sociales deben implementar una estructura capaz de movilizar recursos y personas.

La Fundación Cleveland, por ejemplo, creó un organismo intermediario filantrópico que gestiona las contribuciones de los donantes individuales a través de una junta comunitaria de directivos con conocimiento exhaustivo de las necesidades locales.

Iniciar el programa

Definir un conjunto de pasos integrados con un fin específico.

Por ejemplo, el Campamento de Entrenamiento para Nuevos Padres (Boot Camp for New Dads) elaboró un programa para hospitales, iglesias, bases militares y organizaciones comunitarias, usando los talleres de padre a padre para enseñar a futuros padres a que se involucren con sus hijos pequeños.

Establecer principios

Es necesario que haya lineamientos y valores que permitan la ejecución de los proyectos.

Esto requiere la distribución de la información a otras personas que intentan implementar la innovación en su comunidad, hacer que otras organizaciones se adhieran al proyecto y la creación de sucursales.

Para generar impacto a gran escala, un emprendedor social debe planear cuidadosamente sus recursos, evaluar detenidamente los riesgos implicados, considerar los resultados esperados, garantizar la aceptación del proyecto entre sus beneficiarios y decidir cuándo debería ampliarse el programa.

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